La inteligencia espiritual y las sub inteligencias

El yoga, a diferencia de otras disciplinas, trabaja el campo espiritual, se dice que tenemos 3 cuerpos: el mental, el físico y el espiritual. Nosotros solemos desarrollar más el mental y el físico y dejamos en un segundo plano al espíritu, que es quien manifiesta nuestra parte afectiva y sentimental.

Nos cuesta adaptarnos al cambio y desapegarnos de las emociones, nos es más fácil generar emociones negativas, quedarnos en ese lugar por mucho tiempo y buscamos racionalizar lo que nos pasa, en lugar de aprender a dominar nuestras emociones y entenderlas como lo que realmente son.

La Inteligencia espiritual está compuesta por tres sub inteligencias:

1. La inteligencia afectiva
2. La inteligencia emocional
3. La inteligencia sentimental

La inteligencia afectiva es la capacidad que tenemos para adaptarnos a los demás, tener una buena relación con ellos. Siempre partimos de lo que queremos o deseamos nosotros, sin tener en cuenta que las otras personas expresan lo que sienten de una forma diferente a la nuestra.

La inteligencia emocional es la capacidad de conocer las emociones y sus cambios, ya que son de corta duración, no perduran en el tiempo sino que dependen del entorno y la situación. Nos generan cambios fisiológicos: empezamos a tener sensaciones corporales, aparecen las emociones y nuestra mente necesita definirlas. Por eso el yoga se basa en las sensaciones a través de las experiencias, sentir lo que nos pasa sin analizarlo.

La inteligencia sentimental es la capacidad de adaptación sentimental, es el resultado de los estados emocionales. A diferencia de la inteligencia anterior, los sentimientos perduran en el tiempo es por ello que debemos cultivar sentimientos positivos y aprender a discriminar los sentimientos negativos para saber cuándo reprimirlos y cuándo no.

Para el espíritu la mente es complicada, porque no frena los impulsos sentimentales, cuestiona lo afectivo y además, necesita entender todo, racionalizarlo por completo.

El yoga nos enseña a dominar las emociones a través de las Mukhasanas, que son las posturas de cara, con la práctica de dichas posturas se puede cambiar una emoción por otra.

Cuando logremos dominar las sub inteligencias, podremos dominar el espíritu y así llegar al estado espiritual de felicidad: Samadhi

-Bibliografía:

Contenido de clases teóricas

Namaskar Yoga, Los 50 namaskares del yoga, Dharmachari Maitreyananda